The Femme OH-MI-DIOS Fatale Tour en Venezuela

diciembre 6, 2011 § Deja un comentario

Wow!

«Lo perdí todo», así puedo resumir mi experiencia en el Femme Fatale Tour en Caracas. Sin duda un concierto para recordar por miles de fanáticos que habíamos esperados más de 10 años por un concierto de Britney Spears en casa.

Honestamente nunca creí que fuera posible una fecha en Caracas (Cadivi, Chávez, la inseguridad, Chávez, etc). Cuando confirmaron realmente la fecha venezolana de la gira no lo podía creer y menos cuando vi los precios (mucho más económico de lo que me imaginaba, sin decir que fueron baratos), y aun con boleto en mano todavía temía que algo saliera mal y tuviera que despedirme de mis ganas de verla.

Sin embargo ahí estaba, a escasas nueve filas del escenario a las 9:30 de la noche del lunes 28 de noviembre en el estadio de fútbol de la Universidad Simón Bolívar.

Bailé toda la noche y admiré cada sonrisa, gesto y meneo que hiciera la rubia en hora y media de concierto. Tantos momentos fueron excelentes que no puedo nombrar uno favorito (quizás cuando salió como Cleopatra para cantar Gimme More, o cuando la elevaron para la balada Don’t Let Me Be The Last To Know, también cuando policías la perseguían al ritmo de Womanizer, quzás).

«¡Quién dijo que no baila?», recuerdo que gritó alguien al terminar el primer set, y sin duda alguna, quien haya dicho eso no ha intentado nunca mantener una coreografía Pop por más de 3 minutos. No, no baila como cuando tenía 16 años, pero sigue manteniendo sincronización y fluidez en los pasos, ahora simplificados (en comparación) pero igual de complejos que los que pudieran hacer hoy en día Katy Perry, Rihanna o la misma Lady Gaga. Supongo que el recuerdo de Britney es su principal competencia.

¿Para qué hablar de playback? Ninguno de los que compraron las entradas para ver a Britney esperaba escucharla cantar, incluso rompió las expectativas al cantar algunos temas en vivo o con la ayuda de vocales de fondo, no todo fue un doblaje. Lo que queríamos ver era a una Britney hermosa, saludable y feliz, y yo encontré todo eso. La expresión que hizo al final de Toxic la tengo grabada en mi mente mejor que las tablas de multiplicar: fue hermosa.

El escenario fue complejo, la puesta en escena planificada y sincronizada, incluso se mantenía la narrativa -por cursi que fuera- con la selección de canciones, videos y concepto en general. Quizás los trajes pudieron ser más favorecedores y creativos, pero nada de eso importa cuando tienes a un ícono de la música pop a pocos metros de ti. Britney se lanzó contra el piso, la levantaron en el aire, atravesó cuadros, peleó con ninjas, escapó de prisión, pasó por la silla eléctrica, de todo sucedió en este concierto y siempre se vio hermosa y contenta.

Britney no está tratando de convencer a nadie, ella está para sus fans, los que coreaban a todo pulmón Up’n Down, How I Roll, Drop Dead (Beautiful) y Trouble For Me, temas que no suenan en la radio pero que retumbaron en la USB. Ella reconoce su pasado pero no vive de él, apenas cuatro temas del setlist son de sus primeros tres discos.

La Princesa del Pop no perderá nunca su tiara pero sin duda la ha guardado en la gaveta y ahora lleva un antifaz de misterio e intriga que acompaña con beats, autotune, dubstep, blips y blurps de una artista dance.

Ricky Martin no es un ícono gay

octubre 4, 2011 § 3 comentarios

Luego de su declaración como hombre homosexual «y orgulloso de serlo» en marzo de 2010, era de preocuparse por el impacto que tendría sobre su carrera, en la venta de discos y en la asistencia a sus conciertos. Y más en Latinoamerica donde no ser heterosexual marca un rechazo en lo social y en lo religioso (que prácticamente alcanza todos los ámbitos).

Video de apertura de la gira M+A+S de Ricky Martin

Incluso en Guatemala grupos cristianos pidieron se prohibiera la entrada del artista al país por incitar a la inmoralidad. Martin tiene previsto cerrar su gira de conciertos por sudamérica, el próximo 20 de octubre en Ciudad de Guatemala, luego de haber visitado Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Panamá y Venezuela.

Pude asistir a la primera parada del boricua en Venezuela el pasado 01 de octubre en la Universidad Simón Bolívar por mera suerte. Me llamaron, «Simón, estás cerca del San Ignacio?», «Siiii?», «Bueno, si llegas en 5 minutos te vas para el concierto». La carrera. Fortuna que en realidad estaba muy cerca y al estadio llegué literalmente desarmado: sin abrigo, sin cámara de ningún tipo, sin batería en el celular y sin papel ni lápiz.

La primera vez que vi a Ricky Martin fue en noviembre de 2005, cuando promocionaba su disco «Life». Aquella vez estaba en la arena y entre la multitud me llevé una grata sorpresa con el boricua: es MUY bueno en escena. La gente baila, llora, sonríe, grita, se desespera, todo por Ricky Martin. Además canta en vivo y su voz no pierde fuerza ni en el último set del concierto. En el 2011 nada de esto ha cambiado. Pero luego de sentarme en las gradas, la noche del sábado, no pude evitar preocuparme por las tantas filas vacías frente al escenario y los rumores de baja boletería (dos días antes habían promociones de hasta 30% de descuento en el precio de las entradas). Me parecía triste que por hacer público lo que todo el mundo sabía (la homosexualidad de Martin no era precisamente el secreto mejor guardado), la gente en realidad se abstuviera de disfrutar un show de calidad.

Que si es un concierto gay (falso), que si la gente me mirará raro (a nadie le importa), que si habrán puros maricos (falso también), que si ya está viejo y sólo vende porque capitaliza su homosexualidad (lo segundo es discutible, pero lo primero es FALSO; a pesar de acercarse a los 40 tiene más vitalidad que artistas en sus 20), y cualquier otro tipo de excusas me resultaban penosas para con el artista y para nosotros mismos como sociedad.

Pasaron las horas, se montó el telonero, se volvió a bajar y suspiré con alivio cuando vi que todas las filas se habían llenado; el área económica inevitablemente no llenó ni la mitad del aforo, pero al menos Ricky Martin no lo vería desde el escenario. El show estuvo cargado de mucha energía y mucha música (mi review oficial lo pueden conseguir acá). Rock, pop, baladas, ritmos latinos, jazz, techno, flamenco, de TODO tiene Ricky Martin, aunque en un principio lo sintiera más tímido que la última vez que lo vi (cuando se mostraba mucho más juguetón y complaciente con las fans que le lanzaban sostenes y regalos a la tarima).

Martin interpretando el tema "Dime Que Me Quieres"

Pero poco a poco se va ganando al público que (contrario a lo que la gente podría pensar) estaba mayormente constituído por mujeres. Sus temas no se sienten viejos y es imposible no mover los pies cuando suena «Livin’ La Vida Loca» o «María». Toca tangencialmente el tema de su homosexualidad en uno o dos momentos durante el show: el video de apertura lo muestra rompiendo las cadenas que lo apresan (no muy sutil) y durante el tema «I Am», coquetea con hombres y mujeres sobre el escenario para cerrar en una orgía simulada sobre un sofá burgués.

La gente está un poco desorientada por lo que acaba de suceder (aunque en realidad fue más lo que bailó con chicas que con chicos) cuando se suelta la fiesta y Martin sacá los pesos pesados de su catálogo musical: «La Bomba», «Pégate», «Por Arriba, Por Abajo» y «La Copa de la Vida». Ya ahí no hay orientación sexual que valga, a los hombres que asistieron probablemente por trabajo (camarógrafos, técnicos, seguridad, etc) se les podía ver claramente emocionados y levantando los brazos con las masas. Es que la alegría es más contagiosa que la gripe porcina.

Todos bailaron y nadie protestó cuando el boricua levantó la bandera de Venezuela y se la llevó al cuello. Es un digno ciudadano venezolano, ciudadano latino. Embajador de la sangre caliente, de las caderas vivas y de la sonrisa ante todo. Es por eso que Ricky Martin no pretende ser un ícono gay (eso se lo deja a Cher, Madonna y otras maestras), él está contento con ser un ícono latino y así lo reafirmó el pasado sábado.

Lástima que más gente no pudo presenciarlo.

It’s a Britney Spears’ Sex Riot!

septiembre 29, 2010 § Deja un comentario

Meses de especulación, espera y salivación culminaron anoche con la emisión del capítulo de Glee dedicado a la princesa del Pop, Miss Britney Spears

Por Simón Andrés Maracara

Desde el capítulo dedicado a Madonna, los fanáticos se armaron de ilusiones por un capítulo dedicado a Spears y tanto que se les cumplió el deseo, incluso aprovechando la temática rubia para exponer a Brittany (fonéticamente igual a Britney), la porrista que hasta ahora solo había quedado al fondo danzando y sonriendo.

Ryan Murphy, creador de la serie (y un genio, debo agregar), se tomó la dedicación de recrear momentos icónicos de Spears dentro del programa. Glee está dedicado a la cultura Pop y Britney Spears es Pop, sentenció Kurt (the gay one) en algún momento, justificando sencillamente tan esperado tributo.

«Don’t let your own recklessness blind you to the fact that Britney Spears is a genius pop culture provocateur and a gateway drug to every out of control impulse ever created.» Sue Sylvester to Will Schuster, Glee: Brittany/Britney

Spears-tacular fue el resultado final, lleno de momentos rubios que hicieron brillar a Heather Morris (la actriz que interpreta a Brittany) por sus mejores habilidades: bailar y «playing dumb».

La trama del episodio consiste en los chicos asistiendo al dentista y por culpa de la anestesia se encuentran atrapados en una fantasía britnística (yo inventé el término, I must confess).

Brittany recibe una epifanía a través de «I’m Slave 4U» sobre su potencial para brillar y ser una estrella (con una excelente adaptación de la coreografía original, e imitando al calco los trajes de «Slave», «Toxic» y «Oops»).

Rachel también se siente empoderada por Spears en su propia fantasía de colegiala cantando «…Baby One More Time», un tributo épico en voz e imagen (las tomas de cámara son idénticas al video que hizo famosa a Brit hace 11 años).

Y Artie, sale de su guayabo por Tina con «Stronger» y toma fuerzas para pedir ser integrado al equipo de fútbol americano a pesar de andar en silla de ruedas.

Finalmente logran convencer al reacio profesor Schuster en hacer un número de Spears, y se presentan frente a toda la escuela con «Toxic», causando histeria entre los hormanales estudiantes frente al horror de Sue Sylvester, la entrenadora del equipo de porristas.

El capítulo en realidad es poco uniforme y tiene debilidades en el guión (Will Schuster comprando un carro deportivo solo para devolverlo, Rachel pidiéndole a Finn que no entre al equipo de fútbol, tampoco compro que Rachel tenga poca higiene bucal, es fuera del personaje), pero en general logró crear muy buenos momentos y escenas memorables (Britney en el sueño de Rachel, Tina al final de «Stronger» con el letrero de «Loser» y Brittany en el salón de clases con niños -she’s pretty dumb, ya’ll-).

Lo Malo:

  • Muy poco Britney
  • El final con una canción de Paramore en un capítulo dedicado a Britney
  • The plot of Will Schuster in a middle-aged crisis is lame and cliché
  • Rachel paranoica y manipuladora nuevamente

Lo Bueno:

  • Un poco de Britney nunca cae mal
  • La coreografía de «Me Against The Music»: 2 Die 4!
  • La referencia al video hit de Youtube.com «David After Dentist»
  • Rachel cantando «Baby One More Time»

P.D. Glee obtuvo el mayor número de audiencia en los EEUU con este episodio, alcanzando los 13 millones de televidentes.

It’s Britney -wait for it- Bitch!

Smells like Katy Perry

agosto 31, 2010 § Deja un comentario

"We can dance until we die, You and I, We'll be young forever", Teenage Dream by Katy Perry

“Juventud, divino tesoro”, exclamó el profesor viendo el peinado que cuidadosamente preparó Ernesto para esa mañana: gelatina y más gelatina hasta crecer (al menos) 5 centímetros de solo cabello estirado.

Pero lo que no sabía el profesor es que no existe límite para ser joven, la juventud es un estado al que puedes volver siempre que lo necesites, o al menos eso intenta demostrar Katy Perry con su nuevo disco “Teenage Dream”.

Por Simón Andrés Maracara

Con melodías pop, sonidos retro y líricas picantes, la Perry logró encapsular las ansias y calenturas de aquellos años cuando todo era tan complicado pero sin embargo tan sencillo.

Cuando somos adolescentes somos más atractivos, más ágiles y más estúpidos, un premio redondo puesto que luego aprendemos que la ignorancia es la clave de la felicidad. Cuando somos adolescentes amamos y sufrimos con mayor intensidad, cada día parece el fin del mundo y cada noche parece ser para siempre.

Defender tus principios y creer que somos invencibles también son síntomas del síndrome de la adolescencia, uno que se sufre y adolece. Pero sarna con gusto no pica y cuando estamos atrapados en una rutina de escritorio no podemos evitar añorar esos años de soñar despiertos con futuros más alegres que el que nos toco, esos años de beber sin tener que programar el despertador y de mendigar por segundos en el teléfono celular.

Puej, Katy nos ha hecho un gran favor con canciones como “Firework”, “The One That Got Away” (uno de los mejores tracks de todo el disco), “Pearl” y “Not Like The Movies”, que pintan un cuadro veraniego en Margarita, lleno de zapatos Converse, lentes Wayfarer, piernas delgadas y barbas insipientes.

“California Gurls” ya es un himno comprobado por su ritmo contagioso e imaginería de cabelleras azules, palmeras de caramelo y Snoop Dog como catalizador de toda la escena. Es un must en cualquier playlist playero de este año y al menos los 5 siguientes (si no morimos en el 2012).

“Last Friday Night (T.G.I.F.)”, es una rochela de proporciones épicas, es la resaca que todos quisiéramos algún día y sumada a esas ganas de llegar el lunes a la oficina y preguntar “¿Y qué hay pal viernes?”. “Peacock”, continúa la rochela con poca sutileza: Perry quiere ver tu Peacock, cock, cock, cock (googlea rápidamente si sigues sin entender).

“E.T.”, es un stand-alone del disco con su sonido etéreo, auto-tune y letras sobre un amante extraterrestre, sin dejar esa onda retro que mantiene a lo largo del disco: es imposible pensar en la obsesión por los Ovnis de los años 50; también es imposible pensar en el tema “Unusual You” de Britney Spears. Y Britney no aparece fortuitamente en esta reseña (aunque soy fan) puesto que los productores de este disco son los mismos alquimistas detrás de los éxitos de la princesita: Max Martin, Dr. Luke, Benny Blanco y P. “Tricky” Stewart entre otros.

La primera pista del disco y segundo sencillo “Teenage Dream”, pareciera no tener suficiente fuerza como su antecesora “California Gurls”, pero luego de escucharla un par de veces se vuelve irresistible. Perry, como Madonna en “Like a Virgin”, canta de un amor que la hace sentir jóven, llena de ilusión y con la seguridad de que seremos jóvenes por siempre.

En definitiva un trago de agua fresca (con sabor a algodón de azúcar) en un mercado pop cargado de Lady Gaga y sus rarezas alienantes.

Disco Play, derrotando la homofobia hablando de homofobia

abril 24, 2010 § 1 comentario

Viernes 23 de abril / 10:00 pm / CC El Hatillo / Teatrex / asientos A3 y A4.

Hace varias semanas leí en Twitter comentarios muy positivos sobre «Disco Play» una obra de teatro en El Hatillo. Leí varias reseñas de esas de cajón que mencionaban la mezcla de diferentes géneros del teatro «en un mosaico completo sobre la realidad gay en Venezuela y como extensión en el mundo». Resulta que conozco muy poco de teatro y en realidad entendí solamente la mitad del artículo pero quedé con la espinita.

Simón Andrés Maracara

"Dentro del closet" 1er acto de Disco Play. Foto: Nicola Rocco

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Nelly Furtado trajo la lluvia a Caracas

marzo 19, 2010 § 2 comentarios

El primer recital de la cantante canadiense en el país coincidió con el primer aguacero capitalino en semanas. Furtado presentó “su plan” entre el español y el inglés, y ante una selecta fanaticada cautivada. “Maneater”, “I’m Like a Bird”, “Manos al Aire” y otras 17 canciones sonaron a todo pulmón en la terraza del CCCT.

Simón Andrés Maracara

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Con olor a tierra mojada comenzó el concierto de Nelly Furtado en el CCCT a las 9pm. Una gran pantalla LCD, tres coristas y seis músicos acompañaron a la Furtado que llegó ataviada en un traje de pantalón negro brillante que descubrían la femenina e imponente silueta de la cantante mientras seducía con el tema “Maneater”.

El recital fue divido en tres actos. El primero el más “indie”, recordando los temas más populares en sus inicios: “Forca”, “On The Radio (Remember The Days)” y “I’m Like a Bird”. La canadiense, de ascendencia portuguesa, mostró su potente voz con una versión desenchufada de la balada “Try”, uno de los temas más aplaudidos.

El primer acto lo cerró con la balada electrónica en español, “Más”, para volver con un vestido rojo para un segundo acto más latino.

Desde temprano los organizadores del evento buscaban a un afortunado fan que estuviera de cumpleaños para conocer a Nelly. La sorpresa no sólo fue para la muy afortunada Sheila que se pudo sentar en el escenario junto a su ídolo, sino para todos los presentes cuando Nelly le pasó el micrófono a Sheila y la diminuta joven se robó el show con una buena voz.

Nelly continuó el acto con sus primeras canciones en español: “Fotografía” y “No Hay Igual”, que en su versión original son a coro con Juanes y Calle13. El calor llegó con un cover del tema “Sexy Movimiento” de Wisin y Yandel, y una potente versión de “Turn Off The Lights”, de su primer disco.

“Te Busqué”, “Fuerte”, “Good Things” y “Powerless” redondearon el segundo acto de la noche.

El toque disco llegó con el tercer y último. Una chaqueta blanca, una blusa plateada y pantalones oscuros ajustados para cantar uno de los temas más aplaudidos de la noche: “Manos al Aire”. Furtado presentó también un tema que grabó para el último disco de Tiesto: “Who Wants To Be Alone”, que a pesar de no ser conocido en el país logró despegar a los asistentes del suelo.

“Give It To Me” y “Say It right” cerraron la veintena de canciones que duró el primer concierto de Nelly Furtado en Venezuela. “Los quiero, Gracias”, se despidió alzando el tricolor nacional que le alcanzaron desde el público.

“Hasta siempre”, se despidió El Canto del Loco de Caracas

febrero 27, 2010 § Deja un comentario

Los desenfrenados españoles encantaron a chicas y chicos por igual bajo la luna llena del viernes en el Anfiteatro del Sambil. El recital de dos horas complació a los caraqueños con los temas más populares de la banda en Venezuela. Valencia recibirá la locura española este sábado 27

Por Simón Andrés Maracara

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A partir de las dos de la tarde del viernes; adolescentes, preadolescentes y postadolescentes empezaron a hacer fila para asegurar los asientos más cercanos a sus ídolos: Dani Martín, David Otero y Chema Ortiz, los líderes de la banda española de pop rock nacida en 1994 y que en el país suena aproximadamente desde 2002. El recinto estaba ya copado cuando los teloneros Marilanne, recordados por su participación en el Festival Nuevas Bandas y un videoclip de rotación en MTV, sirvieron de precalentamiento al maratón de aplausos, brincos y gritos que vendría después y se prolongaría toda la noche.

“La Suerte de mi Vida” y “Corazón” abrieron el apetito de los caraqueños con ganas de El Canto del Loco desde su primera visita en noviembre de 2008. “Sois guapos todos”, flirteó el vocalista de ojos azules con la juvenil y fiel audiencia, que conocía y coreaba con aforo todas las canciones, incluso aquellas que nunca fueron lanzadas oficialmente en el mercado nacional: la mayoría.

Los muchachos compartieron sus conocimientos de los modismos venezolanos recién aprendidos: “esto está chévere”, “esa muchacha va con todo”, “ese es mi pana”. “Ustedes van con todo”, aseguró Martín que continuó la noche con ”Personas”, “Fin de Semana” y “Canciones”.

Los corazones se rompieron y las lágrimas se desbordaron con “Contigo”, tema popularizado por la colaboración de Natalia Lafourcade en el disco La Colifata. “Sólo quiero soñar contigo, sólo quiero cantar contigo”, se juraron público y artistas con la noche despejada y sin estrellas de Caracas como marco ceremonial.

El nirvana musical lo alcanzaron con sus mayores éxitos “La Madre de José”. “Besos”, y “Volver a Disfrutar”, para despedirse ante la negativa de los muchachos y no tan muchachos en las gradas.

-¿Quieren más? Pidan más- retó Dani, el vocalista, antes de bajarse corriendo del escenario.

Y pidieron más. El Canto del Loco volvió para cerrar la noche con los temas favoritos en Venezuela: “Cicatrices”, “Peter Pan”, “A Contracorriente” y “Zapatillas”. Entre aplausos, gritos y juegos la banda volvió a despedirse de Caracas. La ñapa y verdadero final del concierto llegó con la balada “Una Foto en Blanco y Negro”.

El Canto del Loco se presentará este sábado 27 de febrero en el Fórum de Valencia, donde contarán con la participación de la banda criolla Caramelos de Cianuro.

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